Este escrito es una contribución de Natalia Díaz, mamá que educa en casa.
Gracias por invitarme a responder la pregunta ¿Cuál es tu postura frente a un posible proceso de reglamentación del homeschool ?
Las distintas formas de educar desde el hogar no pueden ser reglamentadas en sus procesos formativos, sus diseños personalizados ni en las variaciones que se presentan a medida que avanza el camino. En homeschool lo que funciona este año para un niño, puede no ser útil al siguiente, y lo que funciona con un niño, para otro no. Y así según la individualidad de cada hogar y cada miembro de la familia.
Intentar alinearnos con las reglamentaciones existentes para la educación presencial ( ley 115 y similares) es desconocer la naturaleza misma de nuestra elección de educar fuera del sistema que estas mismas leyes reglamentan. Cabe también un asunto fundamental y es la formación espiritual de los hijos, la cual hace parte también de los objetivos de la educación y en la que cada familia debe dar orientación al niño en este aspecto bien sea con principios Cristianos como es mi caso, o no. Esto no puede reglamentarse porque la fe y la conciencia son personales y cada familia es libre de escogerla.
Acepto un proceso de conversación abierta con las autoridades del gobierno (legislativo y ejecutivo) como parte fundamental del camino de construcción conjunto. Es que somos nosotros los padres quienes tenemos mucho que decir al respecto de una posible reglamentación.
Invito a las familias a echar mano de los decretos existentes relacionados con las validaciones año por año, las posibilidades de certificación a través de colegios sombrilla en otros países, la obtención de título de bachiller por medio de exámenes con el ICFES, y después de todo este proceso, volver a preguntarse si les interesa una reglamentación? Porque si consigue la validación y la certificación año por año, me pregunto ¿por qué quiere alguien una reglamentación para los procesos y contenidos? Me gustaría recibir respuestas a esta pregunta.
La libertad trae consigo responsabilidad y esto puede asustarnos un poco pues exige transformar nuestro pensamiento y dedicarnos a escoger lo que realmente aporte y edifique para cumplir los objetivos. Pero de esto se trata; de ejercer nuestra responsabilidad siendo libres y escogiendo el camino más excelente.
Mi conclusión es:
- Sí a un sistema de información abierto en el que las familias compartan sus experiencias y saberes para aportar a otras.
- Sí a un tipo de “inscripción” en un sistema general de educación en casa para poder tener estadísticas lo cual ha hecho bastante falta.
- Sí a un reconocimiento de proyectos educativos no convencionales como modelo para replicar y aportar a familias nuevas.
- Sí a los padres tomando liderazgo y control sobre cualquier decisión que involucre a sus hijos.
- No a una reglamentación que unifique los procesos y metodologías, los contenidos o saberes.
- No a proyectos que intenten alinear el homeschool con la ley actual de educación, porque no aplica.
- No al temor de estar haciendo algo ilegal. Estamos ejerciendo nuestra responsabilidad y nuestro derecho constitucional.
Saludos,
Natalia Diaz Ramírez